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Los peligros de conducir en moto
Llevo muchos años montando en moto y nunca había pinchado y mucho menos de la forma que lo hice el lunes pasado viniendo de Algeciras. Rajón en la goma delantera y clavo en la trasera.
Las cubiertas
Veréis, por regla general, hay dos tipos de cubiertas para las motos: con cámaras y las tubulares sin cámara. Estas últimas no tienen cámara (que te repites macho) y aguantan la presión del aire con un perfecto acople con la llanta. Si utilizas la moto en campo, llevaras ruedas con cámara ya que soportan mejor los posibles pinchazos y cortes de las piedras de las pistas y porque casi siempre, se pueden reparar. El inconveniente, es que hay que desllantar la cubierta de la llanta, para reparar y poner un parche o cambiar la cámara.
La ruedas tubulares por contra, se utilizan en carretera y su reparación es bastante sencilla incluso por nosotros mismos… bueno, bueno, eso es una falacia porque algunas veces no reparas correctamente el pinchazo con el esparrago y lo que consigues es perder el tiempo y cargarte la cubierta.
La reparación
Por regla general, los pinchazos con cubiertas tubulares, se reparan con un kit que se puede comprar en esta misma web (por supuesto, no vais a ir a otro lado). Es más, podéis ver en este vídeo publicado ya en este post, como se hace.
No tengo experiencia en reparar ninguno de los tipos de ruedas que os he dicho porque para eso están las Compañías de seguros «que invento» y como desgraciadamente no voy a ir a Rusia o a Madagascar o a algún otro paraíso perdido, cuando he tenido problemas con la moto (muy pocas veces) he tirado de seguro.
El incidente
Pero desde luego, lo del lunes pasado, fue un poquito fuerte para ser la primera vez. Adelantando a un Trailer a poco más de 120 Km/h, tropecé con un tornillo o clavo enorme que me hizo un rajón en la goma delantera. Tal fue el roto, que antes de terminar de adelantar al Trailer, ya note que algo pasaba.
Imaginaros a esa velocidad, adelantar a un monstruo de tropecientas ruedas y un puñado de metros, por un carril de tres metros de ancho y rodeado por ambos lados y un puñetero bulto metálico en medio de tú carril. ¡Otias!

Pinchazo en la rueda delantera
Al notar el manillar más duro de lo normal, corte gas esperando que me adelantara por la derecha el Camión y de esa forma, pasarme al arcén de la autovía. ¡Ala! en menos de unos 10 segundos estaba apunto de poner los pies en el suelo, porque los extraños de la moto ya eran bastante incómodos. Como veis, el boquete en la rueda delantera se las trae.
Parece mentira el poder de frenada de estas motos y la estabilidad incluso estando pinchadas, porque una vez comprobado el estropicio, metí primera, segunda y me fui unos 4 kilómetros más adelante por el arcén hasta llegar a la Estación de gasolina de La Palmosilla muy cercana a Alcalá de los Gazules, donde tire de seguro y me trajeron hasta casa para arreglar el pinchazo.
Conclusión
Bueno, lo de arreglar es una coña, porque como veis en la foto, la rueda era irreparable y quedándole pocos kilómetros a la rueda de atrás y con un clavo incrustado en la misma, decidí cambiar las dos a la vez. Toma 384 € del ala… Por cierto, a esta moto puedo meterle menos kilómetros a las gomas que a la GS porque la Triumph tiene más caballos y más peso y por tanto tira más, pero mucho más y las cubiertas se resienten mucho.
Bueno, otra aventura para contar con los amiguetes. Bueno vale, ya sé que tampoco es nada del otro mundo, pero a mi me gustan estas historietas, porque al final forman parte del motero que soy.